NITZABIM
CAPITULO 29 AL 30
Todos ustedes
están firmemente parados delante del Eterno, su D's: los jefes de sus tribus;
sus ancianos; sus oficiales; todos los hombres de Israel; 10) sus niños; sus
mujeres; y el converso que está en medio de tu campamento, desde el cortador de
leña hasta el que extrae agua, 11) para que pases por el pacto del Eterno tu
D's y por su maldición que el Eterno tu D's concreta contigo en este día, 12) a
fin de establecerte hoy como pueblo suyo y que Él sea D's para ti, tal como Él
juró a sus ancestros, a Abraham, a Itzjak y a Iaacob. 13) Y no sólo con ustedes
yo concreto este pacto y este juramento, 14) sino con el que está aquí con
nosotros, parado hoy ante el Eterno, nuestro D's, y con el que no está aquí hoy
con nosotros. 15) Pues ustedes han conocido que habitamos en la tierra de
Mitzráim y que hemos pasado en medio de las naciones a través de las que ustedes
pasaron.16) Y ustedes vieron sus abominaciones y sus ídolos fétidos, de madera
y piedra, plata y oro que había con ellos.
17) Quizá haya entre ustedes un hombre o una mujer, familia o tribu, cuyo corazón se vuelve hoy del Eterno nuestro D's, para ir y rendir culto a los dioses de esas naciones; quizás haya entre ustedes raíz que florece con hiel y ajenjo. 18) Y (quizá) sucederá que, cuando escuche las palabras de esta maldición, se bendiga a sí mismo en su corazón, diciendo: "La paz estará conmigo, pues marcharé según las apariencias de mi corazón", a fin de añadir la embriaguez a la sed. 19) El Eterno no consentirá en perdonarle, (sino) que entonces despedirá humo la ira del Eterno y su celo contra este hombre, y hará caer sobre él toda la maldición que está escrita en este libro, y el Eterno borrará su nombre de debajo del cielo. 20) El Eterno lo separará para mal de todas las tribus de Israel, según todas las maldiciones del pacto que está escrito en este libro de la Torá.
21) La próxima generación dirá -sus hijos que se levanten después de ustedes, así como el extranjero que llegue de la tierra lejana-cuando vea las calamidades de esta tierra y sus penas que le haya infligido el Eterno. 22) Azufre y sal, conflagración de toda la tierra, no puede ser sembrada ni hacer brotar, y ninguna hierba puede subir en ella; como en el cataclismo de S'dom y Amorá, Admá y Tzeboim, que el Eterno trastornó en su ira y en su cólera.
23) Y todas las naciones dirán: "¿Por qué el Eterno ha hecho así a esta tierra?; por qué este ardor de cólera inmensa?". 24) Y dirán: "Porque abandonaron el pacto del Eterno, D's de sus ancestros, que él había hecho con sus ancestros, que Él había hecho con ellos cuando los sacó de la tierra de Mitzráim, 25) y fueron y sirvieron a dioses ajenos y se arrodillaron ante ellos, dioses que no habían conocido y que Él no había adjudicado a ellos. 26) Por eso la ira del Eterno se encendió contra esa tierra, a fin de traer sobre ella toda maldición que está escrita en este libro. 27) Y el Eterno los desalojó de su tierra con ira, cólera y furia inmensa, y los arrojó a otra tierra como en este día".
28) Las cosas ocultas pertenecen al Eterno, nuestro D's, pero las cosas reveladas son para nosotros y para nuestros hijos, en perpetuidad, a fin de cumplir todas las palabras de esta Torá.
CAPITULO 30
Y sucederá que cuando sobrevengan todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, entonces lo interiorizarás en tu corazón entre todos los pueblos adonde te haya dispersado el Eterno tu D's, 2) Y retornarás al Eterno tu D's y escucharás su voz según todo lo que te encomiendo hoy -tú y tus hijos-con todo tu corazón y con toda tu alma. 3) Entonces el Eterno, tu D's hará que regrese de tu cautiverio y te tendrá misericordia, y volverá y te juntará de entre todas las naciones adonde el Eterno tu D's te haya dispersado. 4) Aunque tu dispersión esté en el confín del cielo, de ahí te juntará el Eterno tu D's te traerá a la tierra que tus ancestros habían heredado y la tomarás en posesión, y Él te beneficiará y te multiplicará más que a tus ancestros. 6) El Eterno tu D's te circuncidará tu corazón y el corazón de tu descendencia, para amar al Eterno tu D's con todo tu corazón y toda tu alma, para que vivas.
7) El Eterno tu D's impondrá todas estas maldiciones sobre tus enemigos y sobre tus aborrecedores que te persiguieron. 8) Y tú retornarás y escucharás la voz del Eterno, y cumplirás todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy. 9) El Eterno tu D's te hará abundar para bien en toda labor en tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tus animales y en el fruto de tu tierra, pues el Eterno volverá a regocijarse en ti para bien, como se regocijó en tus ancestros. 10) Si escuchas la voz del Eterno tu D's para guardar sus mandamientos y sus estatutos que están escritos en este libro de la Torá, si retornas al Eterno, tu D's, con todo tu corazón y con toda tu alma. 11) Pues este mandamiento que yo te encomiendo hoy no está encubierto de ti ni es lejano. 12) No está en el cielo para que pudieras decir: "¿Quién ascenderá por nosotros al cielo y lo tomará para nosotros, para que lo escuchemos y hagamos?". 13) Ni esta allende el mar para que pudieras decir: "¿Quién atravesará por nosotros al otro lado del mar y lo tomará para nosotros, para que lo escuchemos y hagamos?". 14) Sino que esta palabra está muy cercana a ti: en tu boca y en tu corazón, para llevarla a cabo. 15) Mira: he puesto hoy delante de ti la vida y lo bueno, y la muerte y lo malo, 16) lo que te encomiendo hoy: amar al Eterno tu D's, andar en sus caminos y guardar sus mandamientos, sus estatutos y sus leyes, para que vivas y te multipliques y el Eterno tu D's te bendiga en la tierra a la cual tú te diriges allí para tomarla en posesión. 17) Pero si tu corazón se desvía y te arrodillas ante dioses ajenos, para servirles, 18) yo les prevengo hoy que ciertamente perecerán; no prolongarán los días sobre la tierra hacia la cual cruzas el Iardén para entrar allí y tomarla en posesión. 19) Pongo hoy por testigos a ustedes al cielo y a la tierra: he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Deberás escoger la vida, para que vivas tú y tu descendencia: 20) Para amar al Eterno tu D's, escuchar su voz y apegarte a él, ya que Él es tu vida y la largueza de tus días, para habitar en la tierra que el Eterno juró a tus ancestros, a Abraham, a Itzjak y a Iaacob, dársela a ellos.